REPORTAJE AL
M.I. JULIO KAPLAN |
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NC: ¿Julio, cuándo y cómo fue tu
primer contacto con el ajedrez?
JK: En la Argentina de los años
50 casi todos los chicos sabíamos por lo menos los movimientos de
las piezas. Cuando yo tenía más o menos 9 años, mi hermano, mayor
que yo, compró por curiosidad el primer tomo de Mi Sistema, el libro
de Nimzovich. El nunca lo leyó, pero yo sí, y con él descubrí todo
un mundo de posibilidades que me atrajo inmediatamente.
Al poco tiempo me acerqué al club
de Adrogué que tenia una sección de ajedrez y gané el campeonato.
¡Obviamente el ajedrez era para mí!… Después asistí al Club Jaque
Mate de la capital, donde conocí a maestros muy fuertes como
Raimundo García y formé parte del equipo de ping-pong del club.
NC: Después te destacaste
internacionalmente ganando el Campeonato Mundial Juvenil de 1967.
Contanos.
JK: En 1964, teniendo yo 13 años, mi familia se mudó
a Puerto Rico. Allí no se jugaba mucho ajedrez, pero había un
pequeño grupo de aficionados que me ayudó a progresar. Siendo uno de
los mejores jugadores del país, tuve oportunidad de participar en
algunos torneos internacionales como la Olimpiada Estudiantil de
1966 y la Olimpiada Mundial de La Habana de 1966, donde conocí a
varios grandes maestros, héroes de mi niñez, como Fischer, Petrosian,
y otros que en ocasiones se paraban para ver mis partidas por ser yo
el jugador más joven de la Olimpíada. Fischer incluso se interesó
por algunas de mis partidas y me
hizo preguntas y comentarios, lo
cual me alentó mucho.
Finalmente, en 1967 fui al
Campeonato Mundial Juvenil que se disputó en Jerusalén. Para
sorpresa de todos, incluyendo la mía, gané el torneo sobrepasando a
los favoritos Keene, Timman, y Hubner, que ya eran reconocidos
internacionalmente.
NC: ¿Cuál era tu estilo, cómo
evolucionó y qué jugadores o libros influenciaron en tu desarrollo?
JK: Como la mayoría de los
jugadores jóvenes, yo era muy agresivo y buscaba los enredos
tácticos. Sin embargo, me interesé mucho por el ajedrez posicional y
los finales. Estudié en profundidad las partidas de Rubinstein hasta
el punto de memorizar posiciones y temas de sus finales. Muchos años
después llegué a jugar bastante bien los finales. También me dediqué
al estudio de las partidas de Lasker. Recuerdo que llevaba un
cuaderno donde apuntaba mis análisis y comentarios de esas partidas.
Creo que ésa fue una buena
combinación, que podría recomendarse a muchos jugadores jóvenes en
desarrollo. Es imprescindible manejar bien la táctica y apropiado
para los jugadores jóvenes el buscar el juego táctico. Pero el
estudio del juego estratégico y especialmente los finales lleva a
entender el ajedrez más profundamente, y ayuda a crear un armazón
estable en las partidas.
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NC: Muchos años después dejaste
de jugar ajedrez. ¿Cuál fue la causa?
JK: Mi triunfo en el Campeonato
Mundial Juvenil coincidió con mi ingreso a la Universidad de
Berkeley de los Estados Unidos. Por tal motivo, en los años
siguientes jugué bastante poco, ya que me dediqué de lleno a mis
estudios de matemáticas y computación. Nunca pensé que el ajedrez
podría ser mi carrera, y además mis estudios me interesaban casi
tanto como el ajedrez.
También, por coincidencia, me
gradué justo en los días en que se jugaba el famoso match Fischer-Spassky.
En los Estados Unidos hubo unos años de fiebre ajedrecística que
influyeron en mi decisión de posponer mi carrera y dedicarme a
jugar, enseñar y escribir sobre el ajedrez.
Pero ganarse la vida de esa manera era muy difícil.
Mi carrera me interesaba mucho también (era la época en que
comenzaba el apogeo del software) y me ofrecía una vida más estable,
con más seguridad económica y con menos viajes. Ambas cosas se
volvieron más importantes al nacer mi hijo Jared
Así que decidí volver a la
Universidad, adquirí un grado más avanzado en computación y me
dediqué a eso. Jugué una vez por año en el torneo de Lone Pine,
lugar cercano a la Universidad, pero finalmente dejé por completo el
ajedrez. Era un poco difícil emocionalmente seguir jugando cuando la
falta de estudio y práctica me hacían declinar. Preferí entonces no
jugar.
Pero seguí conectado con el
ajedrez y al terminar mis estudios pude vincularme con una compañía
que fabricaba productos electrónicos y quería hacer máquinas de
ajedrez. Eso llevó a una relación de más de diez años, durante los
cuales hice muchos de los programas que aparecieron comercialmente.
Asi conocí, por ejemplo, a Kasparov, que prestó su nombre para mis
programas. Una anécdota graciosa sucedió al conocerlo, cuando ya
obviamente no podía competir con él en ajedrez. Pero me desafió a…
¡una competencia de flexiones de brazos! Yo le dije en broma que
estaba demasiado viejo para eso; entonces me preguntó la edad y me
dijo seriamente: “¡Si, realmente estás muy viejo! ”. Yo tenia
entonces 41 años, la misma edad en la cual él se retiro.
¿Coincidencia?
NC: ¿Qué cosas te parecen buenas
del ajedrez, especialmente para los jóvenes, y que cosas malas?
JK: Para algunas personalidades
(¡como la mía!) el ajedrez puede ser demasiado absorbente. Muchos
ajedrecistas viven en su propio mundo, un poco desconectado del
mundo de los demás. Claro está, lo mismo se puede decir de los
músicos y los artistas en general. Por otra parte, en el mundo de
hoy, donde hay tantos atractivos de cosas superficiales, el
involucrarse en algo profundamente puede ser una cosa muy buena,
aunque tenga algunos costos sociales o personales. Todo esto es, yo
diría, el aspecto artístico del ajedrez.
Y sus cosas buenas son realmente
excelentes. El ajedrez es uno de los modos en que los niños pueden
aprender las consecuencias de sus acciones. Que no basta con querer
una cosa y que hay que trabajar por ella, dentro de los límites de
lo posible en la realidad. Cada jugada es como un experimento
científico, donde ponemos a prueba nuestras teorías. Ese es el
aspecto científico.
En su aspecto deportivo, uno
aprende a ganar y perder con ecuanimidad. Y que siempre se puede
aprender más y superarse. Aún las partidas que uno gana pueden
analizarse para descubrir oportunidades para mejorar nuestro
juego.
1) Kaplan-Timman, Jerusalen 1967. Se jugó en la
primera ronda de la final. Timman era uno de los favoritos y un
experto en la Francesa. Jugué una variante poco usual para sacarlo
del libro y lo logré. El jugó muy mal y le gané en 18 jugadas. Fue
la primera evidencia de que podía competir con los jugadores
juveniles mejores del mundo, y me ayudó mucho a ganar el torneo. |
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Kaplan, J -
Timman, J [C17]
Wch U20
Jerusalen, 1967
1.e4 e6 2.d4 d5
3.Cc3 Ab4 4.e5 c5 5.Dg4 Ce7 6.dxc5 Cbc6 7.Ad2 Cf5 8.Cf3 Axc5 9.Ad3
0-0 10.Ag5 Db6 11.0-0 Db4 12.Dh3 h6 13.a3 Db6 14.Axf5 exf5 15.Cxd5
Dxb2 16.Cf6+ gxf6 17.Axf6 Rh7 18.Dh5 1-0
2) Kaplan-Donner,
San Juan de Puerto Rico 1969. Una breve partida que muestra el
estilo de ataque de mis años jóvenes.
Kaplan - Donner [B15]
San Juan, 1969
1.e4 c6 2.d4 d5 3.Cc3 dxe4 4.Cxe4
Cf6 5.Cxf6+ exf6 6.Ac4 Ad6 7.Ce2 0-0 8.0-0 Dc7 9.Cg3 Cd7 10.Te1 c5
11.Cf5 Axh2+ 12.Rh1 Cb6 13.Ce7+ Rh8 14.Dh5 Cxc4 15.Te4 Ag3 16.fxg3
Dxg3 17.Th4 Af5 18.Cxf5 Dg6 19.Dxg6 fxg6 20.dxc5 Tfe8 21.Txc4 Te1+
22.Rh2 gxf5 23.Td4 Tae8 24.b4 f4 25.Txf4 Td1 26.b5 1-0
3) Larsen-Kaplan,
San Juan 1969. Mi primera victoria contra un jugador de nivel
mundial
Larsen, B - Kaplan, J [E21]
San Juan, 1969
1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cc3 Ab4 4.Cf3
c5 5.d5 d6 6.Ag5 h6 7.Axf6 Dxf6 8.Tc1 0-0 9.e3 e5 10.Ae2 e4 11.Cd2
Dg6 12.Rf1 Axc3 13.Txc3 Cd7 14.h4 Cf6 15.h5 Dg5 16.Db1 Af5 17.b4
Tac8 18.g3 b6 19.Ta3 b5 20.Txa7 bxc4 21.Cxc4 Cxd5 22.Cxd6 Cc3 23.Dc2
Cxe2 24.Dxe2 Ag4 25.De1 Tcd8 26.f4 Dd5 27.Cb7 Dc4+ 28.Rg2 Dc2+
29.Df2 Td2 30.Tf1 Af3+ 31.Rg1 Txf2 32.Txf2 Dd1+ 33.Tf1 Dd2 34.Tf2
De1+ 0-1
4) Kaplan-Liberzon,
Lone Pine 1980. Gané el premio de brillantez por segunda ronda
consecutiva (en la anterior le gané a Bisguier). Un aspecto
interesante es que hace unos años, al comprar una nueva computadora
más rápida, le puse el punto clave de esta partida (20...Te8! en vez
de f5?) y la dejé analizando. Inmediatamente dijo que las blancas
estaban perdidas. Paso un día y ... lo mismo. Al segundo dia volví
y… ¡decía que las blancas estaban mejor! No lo he analizado desde
entonces. Podria ser un buen estudio para los lectores de N.C.
Kaplan, J
(2475) - Liberzon, V (2545) [D85]
Lone Pine, 1980
1.d4 Cf6 2.c4 g6 3.Cc3 d5 4.Cf3
Ag7 5.cxd5 Cxd5 6.e4 Cxc3 7.bxc3 c5 8.Ae3 0-0 9.Tc1 cxd4 10.cxd4 e6
11.Ac4 Cc6 12.0-0 Ca5 13.Ad3 b6 14.h4 Ab7 15.h5 gxh5 16.d5 exd5
17.e5 d4 18.Axh7+ Rxh7 19.Dd3+ Rg8 20.Cg5 f5 21.exf6 Txf6 22.Dh7+
Rf8 23.Ad2 Td6 24.Df5+ Rg8 25.Df7+ Rh8 26.Tc7 Df6 27.Dxh5+ Rg8
28.Dh7+ Rf8 29.Ab4 Tad8 30.Ce6+ 1-0 …………………………………………………
Julio Kaplan nació en Argentina
el 25 de julio de 1950 y emigró con su familia a Puerto Rico en
1963. Conocí a Julito cuando él tenía 6 años, como hijo menor del
arqto. José Kaplan Fux, titular de la empresa constructora donde yo
trabajé desde 1956 a 1962.
Hace muy poco tiempo tuve la
fortuna de conectarme con él y con su familia por correo
electrónico, después de 44 años.
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